lunes, 3 de julio de 2017

Prototype (X360)

Hoy traigo una reseña que tengo pendiente desde hace bastante. Empecé a jugar este sandbox hace ya muchas semanas y a la vez he ido jugando a otras cosas, incluso a juegos que hacía años que no tocaba. Por simple aburrimiento, sobretodo. Y es que la ventaja que tiene ir unos cuantos años por detrás de los demás es que me permite saber de antemano a qué me enfrento, ya que como siempre juego a juegos viejos ya suelo conocer de qué pie cojea cada juego. Por eso todas las reseñas que habéis leido hasta ahora en este blog han sido de juegos muy buenos, que tenían todas las papeletas para gustarme y llevarse una buena nota. Hasta ahora.





El planteamiento del juego no está mal, aunque no es la primera vez que me lo encontraba. Un tipo sobrevive a una epidemia que asola la ciudad, consigue superpoderes y decide usarlos para averiguar la verdad sobre por qué ha ocurrido todo, con la única ayuda de la información que le va proporcionando un ser querido. Así, tiene una ciudad entera para correr, saltar, planear y usar unos superpoderes de forma cada vez más poderosa ya que a medida que va completando misiones se van desbloqueando nuevas habilidades que lo convierten cada vez más en una máquina de matar.

¿Estáis pensando en Infamous? Normal, son casi el mismo juego. De hecho, comparten hasta el poco carisma inicial del juego en general y del protagonista en particular. Ambos juegos te ponen en la piel de un tipo al que apenas te apetece ayudar, y en una ciudad que al principio te interesa poco o nada. Sin embargo la narrativa de uno y otro hace derivar hacia experiencias dispares, y por desgracia el juego que nos ocupa se lleva la peor parte. Así como Infamous acabó siendo un juego que me dejó con ganas de más, con este ha sucedido todo lo contrario.

La historia está mal contada, las 'cinemáticas', por llamarlas de alguna manera, se hacen pesadas y tediosas, y Alex Mercer es cada vez más aburrido. Al final, todo lo que te cuenta te da igual, y la estética videoclip gore, más que ponerte en situación, te saca por completo de la historia. Cuesta prestar atención a lo que se te está intentando contar, y cada vez te importa menos.

La variedad de misiones en la historia principal es el gran punto fuerte del juego. En algunas tienes que manejar tanques y helicópteros. Por desgracia el manejo del helicóptero no es demasiado intuitivo.

El otro gran problema es la evolución a nivel de habilidades del protagonista. Se hace mediante puntos de experiencia, que recibes por prácticamente cualquier cosa que hagas. Desde completar una misión con éxito hasta aniquilar un transeunte o planear desde lo alto de un edificio, prácticamente te dan puntos hasta por andar. Eso hace posible equipar todas las mejoras sin tener siquiera que completar las misiones secundarias, que para mas inri, son repetitivas y en muchos casos aburridas. De hecho, más o menos a partir de la mitad del juego decidí dejar de jugarlas, ya que no me daban nada, ni diversión ni recompensa.

Y luego está el hecho de que la recompensa tampoco termina de valer la pena. El poder del protagonista está claramente inspirado en Matanza, el famoso villano de Spider-man que es capaz de transformar su cuerpo en una gigantesca arma blanca, que sirve para atacar, defenderse o moverse a grandes distancias. En el caso de Mercer también sirve para absorber enemigos (recuperando una porción de vida, más cuantiosa si el enemigo es poderoso) que a su vez le permite asumir el aspecto físico de dichos enemigos. Así, al absorber un soldado recuperas vida y te conviertes en el. Puedes conseguir decenas de mejoras relacionadas con estos poderes, de movimiento, de ataque, de defensa, de habilidades especiales, etc. pero llega un punto en el que por mucha variedad de ataques y habilidades que puedes conseguir, no los usas. Acaba siendo condenadamente fácil pasarse todo el juego con menos de la mitad de las habilidades bien utilizadas. De hecho, se supone que se pueden hacer unos ataques devastadores, pero creo que no los he usado en todo el juego. Me lo he pasado a base de habilidades de movimiento (saltar, planear y correr), de supervivencia (mejorando la absorción y recuperación de vida) y como principal ataque el látigo, que aunque menos poderoso que otros poderes me permitía atacar a larga distancia.



Al final, el juego empecé a disfrutarlo cuando me dejé de buscar puntos de experiencia, mejoras, misiones secundarias, etc. y empecé a jugar solo la historia principal con los poderes que había obtenido hasta entonces. Las misiones principales son con diferencia mucho más gratificantes y divertidas, e incluyen un par de enemigos finales bastante entretenidos, con un último combate que se hace complicado por la necesidad de superarlo contrarreloj. Si tengo que destacar algo bueno es sin duda cómo las misiones finales sí son lo bastante buenas como para que el juego al final merezca un poquito la pena. Sin embargo, el hecho de que el 70% sea tedioso e innecesario, además del poco carisma que rezuma, le vale la primera mala nota que se le da a un videojuego en este blog.

Nota: 4,6

No hay comentarios:

Publicar un comentario